El trabuco, trabuquete o trébuchet era el arma más
habitual utilizada para el asedio y la toma de ciudades y fortalezas.
Esta máquina que arrojaba piedras funcionó primero por medio de una soga
estirada y, a partir del siglo XIII, a través de un sistema de
contrapesos. Lanzaban proyectiles a una distancia de hasta 400 metros.
Generalmente, la munición utilizada eran pesadas piedras, pero también
llegaron a lanzarse animales muertos o cadáveres humanos para enviar así
enfermedades a los sitiados.
Heredada de las legiones romanas, la catapulta también se utilizaba a menudo en los asedios medievales. A diferencia del trabuquete, era una máquina de tiro horizontal que funcionaba gracias a la torsión de cuerdas y nervios. Con ella podían lanzarse tanto piedras como dardos o saetas. Para el asedio de murallas y castillos se utilizaron también mangoneles lanza-proyectiles, arietes y torres de asalto.
Heredada de las legiones romanas, la catapulta también se utilizaba a menudo en los asedios medievales. A diferencia del trabuquete, era una máquina de tiro horizontal que funcionaba gracias a la torsión de cuerdas y nervios. Con ella podían lanzarse tanto piedras como dardos o saetas. Para el asedio de murallas y castillos se utilizaron también mangoneles lanza-proyectiles, arietes y torres de asalto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Poned comentarios por favor